lunes, 12 de noviembre de 2018

Emprendedores formados, emprendedores preparados


Cada vez más personas se plantean tomar las riendas de su vida profesional y emprender su propio negocio. Ser ellos quienes creen las oportunidades y no quienes esperan a que otros se las ofrezcan. Pero, ¿de verdad todo el mundo puede emprender? ¿Qué cualidades y habilidades hacen que un emprendedor tenga éxito en el mercado? Y la formación: ¿hasta qué punto es importante?

Las generaciones más jóvenes lo tienen muy claro: emprender es el camino. Concretamente, 6 de cada 10 menores de 35 años sueñan con montar su propio negocio. Y no solo eso: el 50% asegura que tienen los recursos y las habilidades necesarias para hacerlo, mientras que el 52% está convencido de que nada ni nadie les impedirá convertir sus ideas en realidades empresariales. Son datos extraídos de la última edición del Estudio Global de Emprendimiento que publica Amway todos los años y que, una vez más, demuestra que el autoempleo es tendencia en todo el planeta.
Sin duda, conocer de primera mano las historias de emprendedores de éxito como Steve Jobs, Bill Gates, Jeff Bazos o Mark Zuckerberg ha conseguido inspirar a toda una generación de nativos digitales. Pero, sobre todo, ha ayudado a que los jóvenes –y no tan jóvenes– pierdan el miedo al fracaso y se animen a salir de su zona de confort. ¿Cómo? Apostando por sus propias ideas.
En España, aunque todavía seguimos un punto por detrás de otros países europeos en materia de emprendimiento, las cifras también demuestran un cambio de mentalidad. De hecho, según el Global Enterpreneurship Monitor (GEM) 2017-2018, casi el 32% de los españoles reconoce haber percibido oportunidades para emprender en los próximos seis meses. Y el 53,8% considera que el emprendimiento es una buena opción profesional.
No es de extrañar, por tanto, que la tasa emprendedora haya registrado un aumento del 6,2% en el último año, un punto porcentual más que en el período anterior. Asimismo, la tasa de negocios establecidos (con más de 3,5 años en el mercado) también ha mejorado, hasta alcanzar el 7% y situar a España entre la media del resto de países europeos.

Cómo debe ser un emprendedor
Con estos indicadores como referencia, las expectativas vinculadas al autoempleo se han vuelto muy halagüeñas. Pero, ¿puede todo el mundo emprender? Aunque hasta hace unos años el mundo del emprendimiento parecía estar reservado al género masculino, las tornas están cambiando: la brecha entre emprendedores y emprendedoras ha disminuido desde 2013 de forma continuada, hasta alcanzar una cuota muy cercana a la paridad. De hecho, los últimos datos ofrecidos por el GEM demuestran que en España las mujeres que emprenden suponen ya el 45% del total de emprendedores registrados en el país.
Y es que ni el género ni la edad son determinantes: sentir pasión por lo que haces, ser suficientemente valiente para afrontar los obstáculos como oportunidades y perseverar en lo que crees sí lo son. Igual que tener una mente abierta y creativa, fomentar el pensamiento lateral y cultivar la resiliencia.
Aunque, sin duda, la clave para triunfar en un mundo tan competitivo como este tiene que ver con la formación y, concretamente, el aprendizaje continuo. Ya se sabe: “cuando el conocimiento crece, la oportunidad aparece”.
Por eso, es importante encontrar una escuela de negocios que ofrezca a los futuros emprendedores una base formativa sólida, fundamentada en la visión, la experiencia, el conocimiento y la ética de profesionales experimentados en la labor de emprender. Precisamente los programas formativos del Instituto de Emprendimiento Avanzado están basados en estos preceptos porque lo que persiguen desde esta organización pionera en España es preparar a los emprendedores “para la vida real”.
En este sentido, su oferta formativa incluye un MBA para el emprendimiento, con todas las herramientas necesarias para que cualquier persona pueda promover con éxito su propio proyecto empresarial desde cero. Este programa, además, puede complementarse con otros dos especializados en Marketing y Finanzas.
Los conceptos teóricos y los supuestos prácticos son muy importantes dentro de la formación de un emprendedor, pero también es fundamental que los alumnos puedan conocer de primera mano a personas que ya han pasado por lo mismo que ellos años atrás. De esta manera, tienen la oportunidad de evitar sus mismos errores y poner el foco en lo que verdaderamente les vaya a hacer avanzar.
Además, entrar en contacto con otros emprendedores permite tejer una red de contactos que no solo sustentará su proyecto en el futuro, sino que le ayudará a crecer en el presente.  Tal y como resalta Juan Claudio Abelló, su director general, “en el IE Avanzado estamos dispuestos a transmitir nuestra experiencia y conocimiento para preparar a los alumnos en la nueva forma de liderar una empresa”.



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