Estamos ante un escenario caótico como jamás se ha presentado en la historia de la humanidad, donde un poder financiero oculto en agencias de calificación y bancos poderosos, doblegan el espinazo a políticos de cualquier color.
Desde la celebración de la Cumbre de la Tierra en 1992, en la que los líderes mundiales se comprometieron a cumplir una serie de objetivos en beneficio de la humanidad y del medio ambiente en general, han pasado veinte años de fracasos, cumbres perdidas, reuniones interesadas, informes no cumplidos y negocio con sobrantes de CO2, Las multinacionales y gobiernos han seguido saqueando sin descanso los recursos naturales adentrándonos cada vez más en una crisis climática global, hambre, desnutrición, pérdida de bosques y diversidad biológica, contaminación química, escasez de agua potable, aumento de la de desertificación de los suelos, acidificación de los mares, acaparamiento de las tierras para monocultivos y agro combustibles, mercantilización de todos los aspectos de la vida en las ciudades y en el campo, agravado todo ello por el abuso de poder de los políticos que sirven al capitalismo devastador, que ha originado una crisis mundial donde en muchos países se están violando los derechos adquiridos por los ciudadanos, aumentando los productos básicos de subsistencia sin que banqueros o políticos responsables de este robo universal sean llevados ante los tribunales para ser juzgados.
Estamos ante un escenario caótico como jamás se ha presentado en la historia de la humanidad, donde un poder financiero oculto en agencias de calificación y bancos poderosos, doblegan el espinazo a políticos de cualquier color, convirtiéndose en cómplices de una hecatombe humana producida por el capitalismo. Bajo este prisma dictatorial, borran derechos de la sociedad, logros conseguidos tras grandes luchas por tener una sociedad más justa y convirtiéndose sin duda en responsables de crímenes de lesa humanidad, al permitir la muerte de millones de personas por hambre, desnutrición, enfermedades, destrucción de todos los ecosistemas de nuestra Tierra. El medio ambiente, nuestra vida y las de las generaciones futuras, ha sido vendida a la mercadería de la ambición y el poder. La cumbre celebrada en 2012, denominada Río + 20, se ha convertido en el fracaso más vergonzoso de todos los tiempos, ocultando a la sociedad una vez más, los intereses egoístas de unos pocos. Ningún acuerdo positivo, solo palabras gastadas embadurnadas de mentiras y con claros intereses financieros.
La crisis política que invade a casi todas las naciones, donde en lugar de estar al servicio de pueblo y su bienestar, están para atar los zapatos al poder económico convertido en Bancos Mundiales y Agencias de destrucción social masiva, están imponiendo la voluntad de los mercados, disfrazados de economía verde y desarrollo sostenible.
El sistema agroindustrial, es uno de los mayores factores causantes de la otra crisis, la climática, ambiental, económica y social. La especulación en la alimentación, en la economía mundial, el aumento de los paraísos fiscales abiertos por los políticos que cada vez más, actúan con más desvergüenza y sin esconder sus manos blancas manchadas de sangre, es ya un signo habitual de este estado neoliberal que presiona a la sociedad y exprime la libertad y la igualdad. Las democracias han caído bajo su poder y ya sólo existe dictaduras encubiertas de falsedades liberales y falsas sensaciones de libertad.
Los valores éticos han caído, ya no existen, y la corrupción acampa a sus anchas en todos los estamentos del poder (político, ejecutivo y judicial) de La mayoría de los países del mundo. Sin duda, hace falta una gran revolución social a nivel mundial, para que podamos establecer de nuevo el equilibrio con nuestra Tierra y nuestra felicidad. Si no lo conseguimos, estamos sentenciados a perder la poca dignidad humana que aún se podría salvar entre los escombros de la ignorancia y de una sociedad sumisa que aguarda en silencio su propia destrucción.
Siguiendo las directrices del poder financiero, el proceso oficial que esta detrás de Río + 20, ha propuesto instaurar formas de gobierno ambiental mundial que sirvan como administradores y facilitadotes de la “economía verde”, dando protagonismo al Banco Mundial y otras instituciones financieras públicas o privadas, internacionales y nacionales, lo cual activaría un nuevo ciclo de endeudamiento y de ajustes estructurales disfrazados de verde. Pero no entienden que la sociedad en general, que el pueblo ha perdido la confianza en las instituciones nacionales y mucho más en las internacionales, donde mucho quieren hacer pero siguen permitiendo que miles de multinacionales sigan arrasando los recursos naturales de una forma desmedida, empleando la fuerza, violando los derechos humanos y destrozando la biodiversidad de nuestro planeta.
Entre 2000 y 2010 se han destruido 130 millones de hectáreas de bosques tropicales. ¿Podemos seguir a este ritmo?. De las 63.837 especies evaluadas en el mundo, 19.871 están amenazadas por la extinción: el 41% de los anfibios, 33% de los corales formadores de arrecifes, 25% de los mamíferos, 13% de las aves y el 30% de las coníferas. Todos estos datos están muy por debajo de la realidad, siendo muy positivos y a pesar de ello el drama es aterrador.. A esta lista podemos añadir los millones de personas que mueres de hambre al año, por infecciones, desnutrición, sequía. El 85% de las explotaciones pesqueras están explotadas o agotadas. La extracción de materias primas ha aumentado en un 45%. La temperatura media mundial ha subido 0,4 grados centígrados. Los océanos se han calentado entre 0,22 y 0,5 grados. La extensión cubierta por hielo ha disminuido en el Ártico en un 35%. La población mundial ha crecido en un 26% y la biodiversidad global ha disminuido en un 12%.El panorama de nuestro planeta se ha tornado negro y desolador.
Un informe dramático de Naciones Unidas y presentado para este fracasado evento, advierten que los cambios que actualmente se observan en el sistema Tierra no tiene precedentes en la historia de la humanidad. El 80% de la población vive en zonas donde el suministro de agua está amenazado. Igualmente señala que el ritmo a que se pierden los bosques , especialmente los tropicales (selvas) es extremadamente elevado y es probable que solo la deforestación y la degradación de los bosques supongan un costo para la economía mundial, incluso superior, a las pérdidas derivadas por el robo financiero que ha terminado en una crisis mundial. El mar, fuente de vida y salud, esta siendo saqueado y envenenado por la acción del hombre. ¿Es que nadie es capaz de poner solución a este vandalismo ecológico que está sembrando a la tierra de dolor y destrucción?.
Estamos asistiendo ademas de a un ataque contra el bienestar de los pueblos, a un enmascaramiento de la economía verde que se vende como solución a los problemas medioambientales y que sin embargo detrás de esta línea “ecológica” se encuentran precisamente aquellos que nos han conducido a esta crisis: grandes empresas transnacionales, con el apoyo activo de gobiernos e instituciones internacionales como bien denuncia Esther Vivas, compañías que monopolizan el mercado de la energía (Exxon, BP, Chevron, Shell, Total), de la agroindustria (Unilever, Cargill, DuPont, Monsanto, Procter¬Gamble), de las farmacéuticas (Roche, Merck), de la química (Dow, DuPont, BASF), principales impulsoras de la economía verde. Esto es un ataque a los bienes comunes donde quienes perdemos somos el 99% y nuestro planeta y especialmente comunidades indígenas y campesinas, cuidadoras de la biodiversidad de los ecosistemas, quienes son expropiadas y expulsadas de sus territorios en beneficio de las empresas transnacionales. Hoy día gran número de líderes indígenas, de campesinos y defensores de la biodiversidad, están siendo asesinados. Pero la voz del pueblo no calla ante las balas y la sangre.
Se han realizado cientos de marchas de pueblos indígenas y campesinos a Río para mostrar su rechazo ante las naciones que intentan imponer sus criterios financieros y paralelamente se ha formado la Asamblea permanente de los Pueblos desde donde se hace una llamado a la movilización y coordinación de las luchas a lo largo del planeta., un llamamiento a todos los pueblos y movimientos en lucha contra todas las formas de explotación, depredación y dominación, donde se pide nuestros derechos y los de la Naturaleza frente a la mercantilización de la vida y el “reverdecimiento” del capitalismo, en defensa de los bienes comunes, de la vida, de la soberanía alimentaria y energética, territorial y política, la autodeterminación y la igualdad, la defensa de los derechos humanos y de la naturaleza. Acciones que no han sido recogidas por la prensa, muchas veces cómplice de las políticas de agresivas a la humanidad.
Ha llegado la hora en que sean los propios ciudadanos quienes encaucen el destino de la humanidad. La crisis política ha hecho que la gente buena desconfíe de los políticos y de su ignorancia para gobernar y se necesita una revolución pacifica y contundente para que estos poderes públicos nuevamente sean regulados por leyes que favorezcan a la sociedad en su conjunto y con una constitución moderna en la que entre muchas cosas impida que los propios políticos se suban los sueldos o ejecuten acciones que vayan dirigidas contra el bienestar de la sociedad y la protección de nuestra Tierra en todos sus ámbitos y ecosistemas. Debemos ser dueños de nuestra propia supervivencia. Mientras que un solo niño muera de hambre, este sistema globalizado es culpable de asesinato y si son millones de personas, es claramente un crimen de lesa humanidad, consentido por las grandes potencias, por los gobiernos de todas las naciones del mundo. Hay que dar prioridad a la felicidad humana y con ella al bienestar de nuestro planeta.
Hubo una vez una anciana llamada Ojos de Fuego, nativa de la tribu Cree de Norteamérica. Esta mujer lanzó una profecía en la que decía: “Llegará el día en que la codicia del hombre, hará que los peces mueran en las corrientes de los ríos, que las aves caigan de los cielos, que las aguas ennegrezcan y los árboles ya no puedan tenerse en pie. Y la humanidad, como la conozco, dejará de existir. Llegará el tiempo en que habremos de necesitar a los que preservan las tradiciones, las leyendas, los rituales, los mitos y todas las viejas costumbres de los pueblos para que ellos nos muestren cómo recuperar la salud, la armonía y el respeto a nuestros semejantes. Ellos serán la clave para la supervivencia de la humanidad, y serán conocidos como los guerreros del arco iris. Llegará el día en que algunas personas despierten de su letargo para forjar un Mundo Nuevo de justicia, de paz, de libertad y de respeto por el Gran Espíritu. Los Guerreros del Arco Iris transmitirán el mensaje, para difundir sus conocimientos a los habitantes de la Tierra”.
Rio + 20 ha sido un nuevo fracaso de políticas capitalistas. Nuestros gobernantes solo les interesa el poder y conservar sus beneficios. Están al servicio de las multinacionales que les premian con puestos de relevancia una vez agotados sus mandatos. Toca la voz de la verdad, de la liberación, de la verdadera democracia para y por el pueblo, de salvar nuestro planeta como verdaderos GUERREROS DEL ARCO IRIS.
Autor: PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)
Imagen: toopool.com
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