Aunque las compañías centren sus esfuerzos en atraer a los 'Millennials', los profesionales más veteranos siguen jugando un papel importante. Su experiencia y compromiso los hacen únicos.
Atraer a los Millennials (nacidos entre 1980 y 1995) es una de las preocupaciones de la mayoría de las empresas. Aunque esta generación se haya puesto de moda y esté en el centro de todas las miradas, los más veteranos no han caído en el olvido y tienen un peso importante dentro de las organizaciones. En este escenario laboral, en el que conviven cuatro generaciones distintas, los Baby Boomer (1945-1964) siguen ocupando puestos relevantes dentro de la empresa y sus decisiones son determinantes dentro de los equipos.
Según el informe Projections for the aging U.S. workforce, en 2020 el 25% de los empleados serán mayores de 55 años. "En la actualidad el porcentaje no es homogéneo en todas las empresas. Está muy relacionado con el sector y la antigüedad de la compañía. Por ejemplo, en las firmas que son puramente digitales su representación es mínima, al contrario de lo que sucede en las multinacionales más antiguas", apunta Reyes Minaya, directora de People Excellence.
Qué aportan
Hoy, el interés por los más mayores se está incrementando. Aunque haya sido uno de los colectivos más castigados durante la crisis económica, las empresas han vuelto a fijarse en estos profesionales. Para Ángeles Alcázar, socia directora del Observatorio Generación y Talento, la relevancia de estos profesionales sigue siendo notable: "Por ejemplo, los puestos directivos de las principales empresas de nuestro país, que forman parte del Ibex 35, están ocupados por Baby Boomer". Además, el envejecimiento de la población y el aumento de la edad de jubilación son dos factores cruciales que han hecho que su presencia esté jugando un papel esencial en la estrategia de las compañías. "Las organizaciones necesitan su experiencia y su capacidad para resolver situaciones delicadas. Es más, se están creando think tanks de profesionales sénior, que están dispuestos a aportar su visión de forma más o menos altruista a las compañías", asegura Guillem Recolons, socio de Soymimarca, quien añade que muchas start up también están empezando a reclamar talento sénior para gestionar asuntos concretos del negocio. Se les demanda así para realizar labores de asesoría y formar parte de los consejos de administración.
Idoia de Paz, directora de Human Capital de Deloitte, asegura que "son los líderes tradicionales, aportan know how y un gran sentido de la lealtad. En general, han desarrollado su vida profesional en organizaciones muy jerárquicas en las que han aprendido prácticamente todo lo que saben y, por tanto, cuentan con un conocimiento muy amplio de su compañía". Por su parte, Alcázar añade que "son muy buenos embajadores de marca, tienen un gran orgullo de pertenencia, visión de negocio y, sobre todo, tienen mucha experiencia y contactos en su sector".
Nuevo entorno
A los Baby Boomer se les conoce como la generación que funciona bajo el formato de ordeno y mando, y son criticados por ello. Así, han entendido que para que se les tenga en cuenta, deben modificar ciertos aspectos de su forma de trabajar y adaptarse a los nuevos entornos.
Aquellos que ocupan puestos de management se han visto obligados a cambiar su estilo de liderazgo. "Han tenido que aprender a gestionar equipos de manera más inclusiva y así conectar con las diferentes generaciones", apunta Luis Miguel Fuentes, director de Michael Page. Asimismo, tras las crisis económica se han mostrado preocupados por su empleabilidad, ya que les resultaría muy difícil moverse en el nuevo mercado laboral y encontrar un nuevo empleo. En este sentido, uno de sus retos ha sido saber actuar en un mundo digital. "Son conscientes de sus carencias. Valoran las competencias tecnológicas y han delegado las tareas relacionadas con las nuevas herramientas a las generaciones más jóvenes", comenta Recolons.
Esta adaptación a los nuevos entornos es crucial para que consigan compartir sus conocimientos, ya que como confirma la experta de Deloitte son "un ancla crítica para transmitir la cultura y los valores de la organización".
Preparar el relevo generacional
Cómo son los sénior
- Fortalezas: respeto, responsabilidad, compromiso sacrificio, esfuerzo, experiencia y dedicación.
- Debilidades: cultura presentista, apalancamiento laboral, dificultad para gestionar la incertidumbre y resignación.
Fuente: expansión.com/Alba Casilda
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