Al inicio de tu carrera es muy probable que seas contratado principalmente para tus habilidades duras. Pero, para ascender, necesitarás habilidades blandas, aquellas que destacan las acciones interpersonales de comunicación, resolución de conflictos y otros rasgos, características que, sin duda, las empresas están priorizando.
Durante un proceso de solicitud de empleo y entrevistas de trabajo, los empleadores están buscando candidatos con dos conjuntos de habilidades: las técnicas o duras y las blandas o sociales.
Al inicio de la carrera, es muy probable que el profesional sea contratado principalmente por sus habilidades duras, es decir, conocimientos que son relevantes para el trabajo.
Cuando recién egresa de la universidad, o incluso se cuenta con pocos años en la carrera, factores como el dominio del sector, el conocimiento que se ha adquirido durante las prácticas y las otras credenciales específicas son realmente importantes.
Si bien es posible que hayan contratado al candidato inicialmente por tus habilidades duras, con el tiempo pasan a un segundo plano.
Cuanto más lejos se llegue en la carrera, menos evaluaciones de las habilidades técnicas habrán, debido a que las habilidades duras que permitieron conseguir el trabajo suman poco a la hora de conseguir ascensos importantes.
De otro lado las habilidades blandas son aquellas que destacan las acciones interpersonales de comunicación, resolución de conflictos y otros rasgos, características que, sin duda, las empresas están priorizando.
Algunos reclutadores señalan que los nuevos graduados carecen de estas destrezas. Las habilidades sociales son menos cuantificables que las duras.
A diferencia de las técnicas, que se pueden aprender, las blandas están más ligadas a la personalidad y las emociones, como actitud para inspirar, saber trabajar en equipo y ser un buen comunicador.
¿Cuál es la diferencia entre estas habilidades?
Para poder entender la diferencia entre ambas se debe tener en cuenta ejemplos de cada una, en el caso de las duras, o técnicas, podemos mencionar:
- El dominio de una lengua extranjera
- Un título o certificado
- Digitado rápido
- Manejo de una máquina de operación
- Uso de programas de computadoras
En el caso de las habilidades blandas, también conocidas como “don de gentes” o ” habilidades interpersonales” tenemos los siguientes ejemplos:
- Trabajo en equipo
- Liderzgo
- Comunicación
- Flexibilidad
- Paciencia
- Persuasión
- Gestión del tiempo
- Motivación
Mientras que ciertas habilidades duras son necesarias para cualquier posición, los empleadores están buscando cada vez más -entre los solicitantes de trabajo– habilidades blandas.
Esto se debe a que es más sencillo entrenar a un nuevo empleado en una destreza en particular y más difícil prepararlos para competencias transversales como la paciencia.
Durante el proceso de solicitud de empleo el candidato debe estar seguro de destacar sus habilidades duras y blandas.
De esta manera, incluso, si no tiene una habilidad dura requerida por la empresa, podrá aportar con una habilidad blanda en particular que sea valiosa en la posición.
Fuente: José Luis Franca - aptitus.com
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