La Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron adoptados en 2015 por todos los países de las Naciones Unidas. A menudo se describe como un ‘plan radical para la humanidad’ y una nueva forma de abordar el desarrollo. Pero ¿qué significa esto? A continuación descubre cinco cosas que debes saber sobre nuestra mejor oportunidad de mejorar la vida de las generaciones actuales y futuras.
1) La Agenda 2030 se aplica a todos los países y
actores…
Anteriormente, los
planes de desarrollo se han centrado principalmente en el progreso de los
países en desarrollo. Pero la realidad de hoy es diferente. La mayoría de los
pobres del mundo vive en países de ingresos medios, las desigualdades dentro de
los países están aumentando y las personas y comunidades de todo el mundo
sienten los efectos del cambio climático y la degradación del medio ambiente.
Por eso, la Agenda 2030 es universal y se aplica a
todos los países y actores. Se requiere que todas las naciones tomen acción
climática, reduzcan el desempleo, fortalezcan la igualdad de género y promuevan
sociedades pacíficas, por nombrar algunas, si el mundo quiere erradicar la
pobreza y pasar a un desarrollo más sostenible.
2) … y los ODS están interconectados
Los esfuerzos de desarrollo tradicional a menudo se
han centrado en un tema a la vez, es decir, primero el hambre, luego la energía
limpia y luego las instituciones inclusivas, por ejemplo. Los ODS reconocen que
el desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad económica, social y ambiental,
y que las intervenciones en un área afectarán los resultados en otras. Por
ejemplo, las acciones para apoyar el empoderamiento de las mujeres y las niñas
también pueden catalizar las economías locales, permitir un parto más seguro y
construir comunidades más inclusivas.
La naturaleza indivisible de los ODS significa que no
podemos elegir un tema en específico, sino que debemos considerar la Agenda
como un conjunto integrado.
3) Desarrollo sin dejar a nadie atrás
Los avances en el
desarrollo a menudo se han medido en términos de ingresos medios mejorados,
disminución de la mortalidad infantil promedio y tasas de pobreza más bajas. Si
bien esos son avances importantes, la Agenda 2030 es clara: tenemos que hacer
más. Los promedios pueden ocultar que millones de personas permanecen en la
pobreza, o que vuelven a caer en ella, así como la discriminación estructural
que excluye a las personas del progreso del desarrollo.
La Agenda 2030 adopta
una postura radical a través de su promesa de no dejar a nadie atrás.
Los ODS están diseñados para llevar al mundo a varios “ceros” que cambian la
vida, incluidos cero pobreza, hambre, muertes infantiles prevenibles, SIDA,
tuberculosis y malaria, discriminación contra las mujeres y las niñas y trata
de personas. En términos prácticos, esto significa dirigir los esfuerzos de
desarrollo e inversiones primero a quienes han quedado atrás, incluidos los 736
millones (10 por ciento de la población mundial) que viven en la pobreza
extrema.
4) El desarrollo debe ser inteligente: si no toma en
cuenta los riesgos, no es sostenible
El 40% de la población
mundial se vio afectada por desastres entre 2002 y 2012, lo que resultó en 1.2
millones de muertes y un costo económico de US$ 1.7 billones. Los países han
visto avances en el desarrollo y años de arduo trabajo arruinados. Es por eso
que la Agenda 2030 hace hincapié en que la planificación del desarrollo debe
estar basada
en los riesgos.
La reducción de riesgos y la creación de resiliencia
no solo se refieren a desastres ambientales, sino también a la degradación,
pandemias, crisis financieras, conflictos y guerras. Al prevenir, mitigar y
preparar, los países y las comunidades ahorrarán dinero, recursos y, lo que es
más importante, vidas. Por ejemplo, las economías deben poder recuperarse
rápidamente de las crisis financieras, la agricultura debe soportar la sequía,
los hospitales deben poder hacer frente a brotes repentinos de enfermedades y
las instituciones públicas deben ser abiertas e inclusivas para apoyar a
sociedades pacíficas. Esto conlleva leyes, políticas y cooperación entre
sectores y actores. El desarrollo debe ser inteligente. Si no está informado
sobre los riesgos, no es sostenible.
5) ¡Se necesita a todas las personas!
La Agenda 2030 necesita las mentes brillantes y la
implacable dedicación de toda la sociedad: los gobiernos y las Naciones Unidas
no pueden hacerlo solos. Es necesario aprovechar los conocimientos técnicos, la
experiencia, la tecnología y los recursos financieros de las empresas, el mundo
académico, la sociedad civil y las personas para alcanzar los ambiciosos
objetivos en distintos contextos.
Los ODS se crearon a través del mayor proceso
participativo realizado por la ONU. 10 millones de personas de todos los
ámbitos expresaron sus opiniones dentro y fuera del proceso de consulta para
ayudar a dar forma a la Agenda 2030. El enfoque de múltiples partes interesadas
define el núcleo de la Agenda 2030 y los ODS: estamos todos juntos en esto.
Fuente: medium.com
Fotografía: emgfotografia.es/
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