La política de becas para estudiar en la Universidad deja fuera del sistema a alumnos con rentas por debajo de la línea de la pobreza y la enorme disparidad de precios públicos en las comunidades se traduce también en una grave falta de equidad geográfica.
Así lo refleja el estudio "La
política de becas y precios públicos en el sistema universitario español, ¿es
realmente eficaz?", en el que las profesoras de la Universidad de Alicante
Mónica Martí y Carmen Ródenas analizan si las medidas encaminadas a promover la
formación universitaria en España garantizan que las personas con recursos
insuficientes accedan y finalicen estos estudios.
La respuesta es negativa, explican en una entrevista con
EFE, por lo que proponen concentrar las ayudas hacia quienes más lo necesitan,
en lugar de financiar las matrículas de forma lineal. "Necesitamos ajustar
los recursos a las necesidades y controlar mejor dónde se gasta", explica
Ródenas.
En el estudio intentan responder a
tres cuestiones: averiguar si hay una relación entre los perceptores de becas y
el nivel de renta del hogar; analizar el papel de la extensión de la red
pública de campus para evaluar la equidad geográfica en el acceso a la
educación superior y valorar la política de precios públicos y el sistema de
becas estatal.
LAS AYUDAS SON LINEALES, LLEGAN A CASI
"TODO EL MUNDO"
"En realidad -afirma Ródenas- no
pasa nada por subvencionar los precios públicos a todo el mundo si lo completas
con las ayudas suficientes para personas de bajas rentas. En el caso de España
hay gente por debajo del nivel de pobreza que no tiene derecho a recibir ayuda,
que en términos de equidad sí deberían percibirla".
A ello se añade el problema de la
fijación de los precios públicos que establece cada comunidad autónoma, de modo
que "hoy puedes estudiar el mismo grado en Galicia que en Madrid pero por
la mitad de precio".
Por ejemplo, en el curso
2020/21 el coste medio de la matrícula de un curso académico completo (60
créditos) oscila desde los 706,8 euros de Galicia, a los 1.390 euros de la
Comunidad de Madrid, lo que significa que estudiar en Madrid cuesta un 97% más
que en la comunidad gallega.
"Pero el hecho de que en Madrid
los precios sean más altos no está relacionado con que allí la gente sea más
rica", subraya Martí, del Departamento de Análisis Económico Aplicado de
la Universidad de Alicante, quien explica que en Cataluña o Madrid en torno al
6% de la renta de los hogares se dedica de media a la educación universitaria
frente al "tres y pico de Galicia".
Asimismo, si las políticas educativas
funcionaran "bien" la proporción de jóvenes de entre 18 y 24 años que
van a la universidad debería ser independiente del nivel de rentas, pero el estudio
refleja que "conforme los hogares tienen más renta crece el número de
jóvenes que van a la universidad", indican ambas.
"Y lo que es más grave, que la
proporción de becarios en los tramos de renta baja no aumenta a medida que se
reduce el nivel de ingresos de los hogares”.
CASI EL 75 % DE LOS ESTUDIANTES TIENEN
UNA UNIVERSIDAD CERCA
Por otro lado, comprobaron el
porcentaje altísimo de jóvenes que viven cerca de una universidad pública, casi
el 75 %, con lo que en España se ha conseguido que "más o menos" que
todo el estudiantado tenga una universidad relativamente cerca.
Sin embargo, afirma Ródenas,
"esto se podía haber hecho de otra manera, aquí hemos acercado las
universidades a los estudiantes en lugar de los estudiantes a las
universidades, una estrategia mucho más cara en vez de dedicar muchos más
fondos para financiar los desplazamientos de los alumnos, que hubiera sido más
barato".
Aunque el estudio se centra en las
becas estatales, también las comunidades y las universidades conceden ayudas,
recuerdan las economistas, por lo que a veces el universitario tiene dificultad
para recabar la información. "No está centralizado el sistema de ayudas y
eso actúa en contra de los más vulnerables, de las familias con menos capacidad
también de interpretar y de comprender las cosas. “Sería muy sencillo
centralizar toda la información sobre las ayudas disponibles en una única
página web.", propone Ródenas.
Martí defiende no solo que se destinen
más fondos a los hogares más desfavorecidos sino también aumentar las cuantías
de las becas ya que son "muy bajitas" -la media son 1.700 euros
anuales-, así como suavizar los requisitos para que queden cubiertos todos los
hogares con rentas por debajo de la línea de pobreza.
Además, "habría que modular el
importe de la beca en función del nivel de ingresos de las familias"; que
los precios públicos estén diferenciados por niveles de renta y "reducir
la injustificable dispersión de precios públicos entre las comunidades autónomas",
concluyen. EFE
Fuente: Marina Segura Ramos - lavanguardia.com
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