Los empleados que teletrabajan en España ahorran a diario 63 minutos en comparación con quienes deben acudir de manera presencial a los centros de trabajo. Este es el resultado al que han llegado varios investigadores de un reciente estudio del Institute of Labor Economics (IZA). El tiempo que dedicamos a los desplazamientos provoca que al final del día contemos con una hora menos que quienes tienen su oficina en casa.
Huir de la capital y mudarse a la playa
La ticketera Eventbrite es una de las primeras empresas en implantar el trabajo 100% remoto desde cualquier parte. Su único requisito exige tener conexión a internet, y a cambio obtienen ayudas de 90 euros cada mes para adaptar el espacio de trabajo, ayudas de bienestar anual, o acceso continuado a cursos de formación. Pese a que el 50% de su plantilla vive en los alrededores de su sede de Madrid, la empresa optó por un modelo flexible que no regula cuántos días van a la oficina.
Aprovechando esto, hay quienes optaron por el teletrabajo permanente. Marta Atienza trabaja como ingeniera de software y decidió mudarse de Madrid a El Masnou, un pueblo costero a 20 minutos en tren de Barcelona. "Me he venido a un pueblo que no conocía de nada, y eso que nunca me había planteado cambiar de ciudad", asegura. Tomó la decisión de trasladarse porque el piso que encontró reunía todas las características que buscaba: "En Madrid la rutina diaria era más apática, más monótona. Tenía un horario rígido, y aquí hago un horario adaptado a lo que necesito. Vine aquí como podía haber ido a cualquier otro sitio".
Para ella lo esencial no es solo el tiempo que se ahorra
en tener que ir a la oficina, sino poder vivir donde quiera. Tras la pandemia,
Eventbrite planteó mantener el modelo que implementaron de urgencia al
considerarlo un valor positivo para la compañía. "La gente se posicionó a
favor del teletrabajo, que vimos que podía ser flexible, incluyendo el modelo a
distancia", explica Julia Collado, Senior Talent Manager de la compañía.
Dos días al trimestre acuden a la oficina a trabajar en equipo. "No veo el
punto negativo. No he notado mayor carga de trabajo, trabajar totalmente en
remoto me gusta mucho", defiende Atienza.
Regresar a su ciudad natal gracias al teletrabajo
El comparador online Rastreator aplicó hace tres años un
sistema de teletrabajo total para sus casi 200 empleados. La decisión se
sometió a una encuesta general y finalmente se optó por este modelo, aunque
cualquier trabajador puede acudir a las oficinas si lo desea. "Antes
estaba limitado a dos días al mes, pero después decidimos apostar por el
teletrabajo 100% flexible", señala Fernando Summers, presidente y CEO de
Rastreator. Asimismo, también cuentan con flexibilidad horaria y para evitar
que se pierda la cultura de equipo, organizan cada mes una reunión conjunta,
así como actividades de 'team building'.
Los jóvenes vuelven a las ciudades pequeñas
Fernán Ramos es informático y trabaja como Lead Front en
la asesoría fiscal TaxDown. Lo hace desde Burgos, a donde decidió mudarse tras
el final de la pandemia: "Antes vivía en Madrid, pero por distintas
circunstancias decidí volver a mi ciudad de origen". Fue el primero en
teletrabajar en su empresa, lo que provocó un cambio "bastante gordo,
porque el primer contacto y la forma de trabajar era distinta". Tras él,
todas las nuevas incorporaciones pueden disfrutar del teletrabajo.
Considera que el cambio ha sido para bien: "Cuando vivía en Madrid, la rutina que hacía me costaba un poco. Aquí tengo más tiempo, estoy trabajando pero a la vez puedo parar, poner la lavadora, hacer cosas de casa, salir a hacer la compra... adapto mi vida al trabajo, antes era al revés". Además, ha observado que teletrabajar ha permitido a muchos de sus amigos de la carrera volver a sus ciudades de origen: "En mi grupo de la carrera éramos diez personas, de las cuales ocho vivíamos en Madrid, y actualmente ninguna lo hace. El teletrabajo nos ha dado la posibilidad de volver a nuestras ciudades, y facilita que no se queden tan vacías".
La única desventaja que le pone a su nueva condición laboral es el hecho de tener que estar más activo o disponible para cualquier propósito. "En una oficina te vas y desconectas, pero teletrabajando parece que tienes una mayor disponibilidad". Aunque cree que todo el mundo no está preparado o dispuesto a trabajar en casa, considera que el miedo que inicialmente tenían sus jefes al teletrabajo ha desaparecido: "Nunca han tenido ningún problema, y el feedback que he recibido es muy bueno. Ahora voy a Madrid cuando me apetece, cuando hacemos planes de empresa".
Un modelo importado de Estados Unidos
Álvaro Falcones, co-fundador y CPO de la compañía, cuenta
que la decisión de importar este modelo procede de su etapa anterior en Estados
Unidos: "en mi otra vida como consultor estratégico tenía un trabajo menos
flexible. Llegué a San Francisco en 2016 y descubrí que la gente no tenía que
ir de traje y corbata, pero lo que más me sorprendió es que no había obligación
de ir a la oficina. Así que desde que lanzamos Taxdown ofrecimos varias
condiciones que hacen que trabajar aquí sea distinto". Esta política de
flexibilidad ha resultado "algo diferencial para fichar talento" y
les ha permitido tener unos niveles muy bajos de rotación de personal.
"No obligamos a nadie a venir a la oficina, es una decisión libre la de venir o no. Tenemos herramientas que nos permiten saber que la gente cumple los objetivos marcados, pero principalmente trasladamos la responsabilidad al trabajador y les tratamos como adultos". La compañía ofrece también la oportunidad de que cada empleado trabaje desde donde quiera —hay otros empleados trabajando desde Canarias o Argentina— y disfrute de vacaciones ilimitadas. Esto, que a priori suena chocante, es algo que "nunca ha generado problemas" en Taxdown: "Ahora que se acerca la renta y son nuestros meses de más trabajo, la gente asume que no es el mejor momento para cogérselas", concluye.
Crear cultura de equipo cuando trabajas en remoto
Creu Ibañez, ahora directora de clientes en Prodigioso
Volcán, volvió a trabajar para la consultora hace casi dos años. Entonces se
había mudado a Valencia, más cerca de su familia, y asegura que no quería tener
que trasladarse a Madrid. "Me dijeron que no suponía ningún problema, no
les importaba donde estuviera trabajando", apunta. La mayoría de miembros
de su equipo está distribuido por todo el país, por lo que utilizan múltiples
herramientas que les permiten estar en contacto. "Tengo reuniones cada
mañana con mis compañeras donde nos tomamos café como si estuviésemos en la
máquina de la empresa. Puedes tener esa conexión igual de forma digital".
Ella, como jefa de equipo, trata de promover quedadas presenciales con sus compañeras para mantener el contacto en las que no tengan que hablar del trabajo. Además, desde la consultora también hacen muchas formaciones y actividades para intentar hacer cultura de empresa. Ibáñez considera que en remoto es más productiva, ya que no tiene tantas distracciones como en una oficina y sigue haciendo las pausas necesarias, por lo que nota gran diferencia. "El teletrabajo me ha permitido hacer el trabajo que me gusta en el sitio que quiero. Antes perdía dos horas de mi vida cada día en acudir a la oficina y ahora las he ganado".
En Prodigioso Volcán cuentan con varios centros de trabajo en tres ciudades españolas para quienes quieran acudir de forma presencial. También ofrecen una compensación mensual de unos 30 euros para cubrir los gastos derivados del trabajo en casa y abonan los viajes a sus empleados cuando hay que acudir a algo obligatorio, según apunta su fundadora, María Mayo. Ella misma relata cómo el modelo laboral de su empresa le hace evitar la "esclavitud" de ir a la oficina: "antes íbamos todos los días, ahora solo cuando lo necesito, a reuniones o talleres creativos. La oficina ha cambiado".
Defiende el modelo que han implementado porque "en una empresa de desarrollo es muy fácil establecer el teletrabajo a distancia, pero en la nuestra es más difícil porque damos un servicio al cliente y los roles son más de gestión". Prodigioso Volcán cuenta con 188 empleados, de los cuales una cuarta parte, unos 50, trabajan en otras ciudades. "Todos somos defensores del trabajo flexible. El único día que acudimos todos es el evento anual de empresa".
Relata que "lo más importante es la confianza hacia el equipo", de forma que las personas sean lo más autosuficientes posible, aunque para ello haya que disponer de una política de prevención de riesgos laborales bastante exigente: "nosotros nos comprometemos a que tengan los mejores medios para que lleven a cabo su trabajo, pero tienen que decir en todo momento dónde están". Asegura que el personal está satisfecho con la medida y no han tenido ningún problema para ampliar el equipo.
Opciones de flexibilidad laboral más allá del teletrabajo
Otras compañías como el banco ING también han establecido
un modelo de teletrabajo libre. Según señalan en su propia web, los 1.400
empleados españoles pueden decidir cuándo desean trabajar en remoto e incluso
disponen de flexibilidad de entrada y salida. Además, han creado un plan de
reducción de reuniones, limitándolas en horarios vespertinos y promoviendo que
no duren más de 45 minutos. Asimismo, apuestan por la desconexión digital de
los empleados, por lo que también restringen el envío de emails o llamadas
fuera de la oficina.
En Vodafone han implantado un sistema de cuatro semanas de teletrabajo libres y desde cualquier punto del mundo, una medida que ha recibido el 45,7% del apoyo entre los casi 4.000 empleados de la compañía. Además, tienen la posibilidad de teletrabajar hasta tres días por semana. Esta opción comenzó en 2016 con tres días al mes y finalmente, sobre todo a raíz de la pandemia, se ha extendido al 60% de la jornada. Todos los trabajadores reciben un pack 'Office in a box', de forma que tienen cubiertos tanto el mobiliario como la parte informática para poder desempeñar sus tareas. En este caso, la empresa también otorga una compensación económica del 50% de los gastos derivados por trabajar desde casa.
Fuente: Sandra Moreno Bazán, Víctor de Elena –lainformacion.com
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