Un informe destaca el “papel crucial” que desempeñan las ONG en los planes de sostenibilidad de las empresas

 

El informe ‘Radiografía del Tercer Sector: El papel de las ONG en los planes de sostenibilidad de las empresas’ de EAE Business School destaca la evolución del Tercer Sector y su creciente importancia en el escenario económico mundial, con un enfoque en el “papel crucial” que desempeñan las ONG en los planes de sostenibilidad de las empresas.

El autor del informe, Eduardo Irastorza, consultor estratégico y profesor en EAE Business School, examina la evolución del Tercer Sector, “cada vez más importante” en el escenario económico mundial, constituido por diversos, nuevos y poderosos actores: desde las ONG, que tienen un papel protagonista, hasta las fundaciones, sin olvidarnos de las administraciones públicas o las empresas que están llamadas a constituirse en verdadero motor con su “decidida apuesta” por defender y promocionar los valores que hoy definen a la sociedad.

Aspectos como la sostenibilidad, la ayuda humanitaria, el progreso social, la globalización del conocimiento, la inclusión o el cambio climático. Algo que se materializa en programas, cada vez más ambiciosos de RSC y ESG.

En este sentido, el informe indica cómo recursos, presupuestos y talento se ponen en juego para interactuar con ONG y fundaciones, muchas veces propias, de modo que se obtengan los mejores resultados posibles. La colaboración de las ONG y las empresas es “la clave de futuro de este sector”.

Según explica, “ambos lo saben, y reconocen que están obligados a reinventarse al mismo ritmo que otros sectores más dinámicos”, como las telecomunicaciones o la energía.

El papel del Tercer Sector

El informe destaca el “inaplazable” reto que tienen las ONG a la hora de afrontar su madurez como sector con un peso creciente en la economía, asumiendo los mismos niveles de exigencia que cualquier otro. Según agrega, los días que bastaban las buenas intenciones para justificar las inversiones en proyectos humanitarios “han quedado atrás”. “La eficiencia es el criterio determinante”, subraya.

Asimismo, señala que en un futuro cercano, las ONG responderán a criterios internacionalmente homologados y aceptados para ser consideradas como partners idóneos de las empresas que inviertan en el Tercer Sector.

Por otra parte, indica que las empresas consideran cada vez más como estratégicos y clave la actividad de sus departamentos de ESG y sus fundaciones. En este sentido, afirma que, en un mundo cada vez más polarizado y sujeto a impulsos populistas, demostrar su compromiso con la sociedad “será clave para ganarse el favor de la opinión pública y asegurarse su presencia y actividad en mercados emergentes”.

Además, refleja que, parte de la estrategia de recursos humanos y retención de talento, pasa por organizar el voluntariado de sus profesionales –cada vez más sensibles a los temas que plantea la agenda 2030 auspiciada por la ONU– en iniciativas que cuenten con la cobertura de ONG con demostrada capacidad.

Otra de las conclusiones que recoge el informe es que tanto empresas como ONG llegarán a acuerdos para trabajar conjuntamente en programas, con múltiples actores de diferentes sectores, que busquen el desarrollo integral e integrado de los mismos.

Por otro lado, nuevos temas, como la gestión de la soledad o del impacto de las pandemias, se sumarán a otros más asentados, como la inclusión, el medioambiente o la infancia. Esto exigirá de las ONG una permanente actualización de sus conocimientos y estructuras.

También sostiene que el deseo de implicación de los gobiernos “se incrementará notablemente”, pero donde las ONG tienen “más oportunidades” para mantener su independencia y acceder a grandes recursos mediante acuerdos con empresas que superen las pruebas de homologación.

En cuanto a las universidades, éstas apostarán con fuerza por impartir formación asociada a la actividad del Tercer Sector, ya que la complejidad y ambición de los nuevos proyectos está generando la demanda de profesionales específicamente cualificados. Así, estima que su dedicación y remuneración “se incrementarán significativamente”.

En relación al riesgo de quiebra del modelo de seguridad social y estado del bienestar en los países más desarrollados y envejecidos, el estudio advierte que exigirá una participación “mucho más activa” de las ONG en escenarios muy cercanos.

Por último, afirma que la colaboración con las ONG se convertirá en una parte “imprescindible y muy valorada” en los procesos de selección de trabajo que lleven a cabo las empresas.

Fuente: soziable.es

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