La Comisión Europea y el Grupo de Coordinación del Pacto Rural presentan una hoja de ruta para revitalizar el medio rural europeo.
El documento establece una mejor representación rural
en las políticas de la Unión Europea, más flexibilidad y refuerzo de las
capacidades locales
A finales de diciembre de 2024, el Grupo de Coordinación del Pacto Rural (GCPR), órgano impulsado por la Comisión Europea (CE) para avanzar en la Visión a Largo Plazo de las Zonas Rurales de la Unión Europea (UE), hizo pública una declaración conjunta en la que se recogen medidas clave para asegurar el desarrollo social y económico del medio rural europeo.
La declaración pone el foco en la necesidad de un
enfoque transversal e integrado para afrontar los desafíos específicos de las
zonas rurales –como la despoblación, el envejecimiento o el declive económico-
y plantea una nueva estrategia que exige más financiación, mejor gobernanza y
políticas específicas adaptadas a la diversidad de territorios.
Puntos clave
Entre las propuestas recogidas en la declaración,
destaca la necesidad de reforzar la verificación rural (rural proofing), que
consiste en revisar las políticas de la UE desde una perspectiva rural, y se
tengan en cuenta las necesidades específicas de las zonas rurales. El
“mecanismo de garantía rural” es una herramienta de análisis y evaluación que
busca asegurar que las políticas públicas, normativas y programas tengan en
cuenta las realidades, necesidades y oportunidades del medio rural antes de ser
implementadas. Su objetivo es evitar que las decisiones políticas generen
efectos negativos no intencionados en las zonas rurales y, al contrario,
fomentar su desarrollo equitativo.
El documento también aboga por:
Un porcentaje mínimo obligatorio de financiación para
el desarrollo rural, tanto a nivel nacional como europeo, sugiriendo un mínimo
del 30% de los fondos de la UE para objetivos no agrarios.
Aumentar del 5% al 10% la asignación destinada al
desarrollo local participativo (DLP), con mecanismos como LEADER o los llamados
“pueblos inteligentes”.
Estudiar la creación de un fondo específico europeo de
desarrollo rural en caso de que no sea viable una asignación mínima obligatoria
dentro del Marco Financiero Plurianual.
Capacidad y participación local
Una parte fundamental del documento se centra en la necesidad de dotar a las comunidades rurales –especialmente las pequeñas y con menos recursos- de más capacidades técnicas, acceso a financiación y autonomía en la toma de decisiones. Para ello, se propone:
- Apoyo técnico y financiación para la preparación de proyectos desde fases tempranas.
- Procesos de solicitud más flexibles, con opciones de costes simplificados y pagos basados en resultados.
- Fomentar las redes de colaboración y participación ciudadana, reforzando el papel de movimientos rurales, asociaciones locales y colectivos comunitarios.
- Seguimiento y representación rural.
La declaración también plantea mejorar el seguimiento del gasto de la UE en zonas rurales mediante:
- Etiquetado de fondos por sectores y territorios.
- Inclusión de indicadores cualitativos como la cohesión social o el capital comunitario.
- Desarrollo de indicadores “SMART” –que son aquellos parámetros que han de ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y de duración limitada- concretos para proyectos rurales.
Asimismo, se subraya la debilidad de la representación
rural en los procesos de elaboración de políticas, excepto en el ámbito
agrícola, y se pide que las comunidades rurales tengan mayor voz a nivel
europeo.
Futuro del Pacto Rural
El texto parte de la premisa de que el bienestar de la UE depende en gran medida de la vitalidad del mundo rural, que representa no solo un motor económico (agricultura, silvicultura, energías renovables o turismo), sino también un elemento esencial para enfrentar el cambio climático, la cohesión territorial y la sostenibilidad medioambiental.
La implementación de estas propuestas requiere una estrategia multinivel y una fuerte coordinación interinstitucional. En este sentido, el GCPR plantea la posibilidad de establecer una dirección general específica para el desarrollo rural, al margen de la DG AGRI, dentro de la CE, así como exigir a los Estados miembros la elaboración de estrategias nacionales y regionales coherentes con las prioridades de la UE.
La declaración, adoptada por consenso por la mayoría
de los miembros del GCPR, establece así un nuevo marco de acción que busca
dotar al mundo rural europeo de los medios, la visibilidad y el protagonismo
necesarios para encarar los retos del futuro.
Fuente: redpac.es/noticia
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