“11 días de conversaciones, más uno de gracia para presentar las conclusiones. El resultado: un acuerdo entre 195 países que se ha festejado con pompa, boato y mucho triunfalismo, pero que aún hace falta que sea ratificado por las potencias más contaminantes.”
Quienes pergeñaron la resolución hablan de jornadas agotadoras, de tiras y aflojes, de pactos, sub pactos y concesiones y de un logro histórico que resumen en una serie de puntos básicos que serían los puntales de la nueva actitud mundial de cara a la lucha contra el calentamiento global.
En el acuerdo se explicita que en vistas a revertir el cambio climático, los países que lo firman deben promover, respetar y tomar en consideración sus obligaciones respectivas referentes a los derechos humanos, los de los niños, los migrantes, los de los indígenas, el derecho universal a la salud, las particularidades de las comunidades locales, las personas con discapacidad y/o “en situaciones de vulnerabilidad”, el derecho al desarrollo, la igualdad de género, la equidad intergeneracional y el “empoderamiento” de la mujer.
Antes de entrar en temas de compromisos queda claro que el acuerdo que se firma está supeditado a que tan pronto como les sea posible, los países participantes deben ratificarlo, aceptarlo, aprobarlo o adherirse a él, según proceda.
Para ello ya se dan fechas específicas; el director Gral. De la ONU queda como depositario del acuerdo y es quien debe organizar la ceremonia de apertura de firmas que se hará en Nueva York el 22/04/2016 y quedará a disposición de los firmantes por un período de un año.
También se crean numerosos grupos de trabajo con diversos fines, desde la supervisión de las ceremonias, el contralor de las firmas, el informe periódico de los avances hasta para preparar la puesta en vigor de las medidas que se han tomado en París.
¿Qué dice el acuerdo?
Desde el principio se habla de la existencia de una serie de contribuciones nacionales que se han recibido, en pos de que se reduzcan las emisiones globales.
Se aceptan las que se han propuesto, se insta a que quienes aún no las que lo hagan a la brevedad y se pide que cada una de ellas se publique en la web de la Convención (con el fin de que la información sea transparente y pública).
También queda muy claro que los compromisos ofrecidos hasta el momento NO alcanzan para lograr la reducción real de las emisiones y llegar a que el aumento de la temperatura sea menor a 2ºC en 2030 (debe ser por eso que más adelante se “alargan” los plazos hasta 2050 y 2100).
Con ese panorama ya se planifica un diálogo (otra reunión global) para 2018 con el fin de verificar si los esfuerzos de las naciones participantes y los objetivos que se han propuesto están llevándose a cabo.
Temperatura
Para 2100 el Acuerdo reconoce que es necesario mantener el Calentamiento global bajo control y que la temperatura no puede subir más de 2ºC, pero incluso hablan de mantenerla por debajo del grado y medio como máximo.
Financiación
Se reconoce (nuevamente) la Deuda Climática (tácitamente, o sea sin mencionarla como tal) y se habla de que los países desarrollados deben conseguir recaudar cien mil millones de dólares para ayudar a los países que sean más vulnerables al “Cambio Climático”.
Habrá un “Registro Público” del llamado “Fondo Verde para el Clima” (GSF, según sus siglas en inglés y que en realidad se creó en 2011 en Cancún), que se prevé comenzará a funcionar el primer semestre de 2016 y donde constará el aporte de cada una de las naciones involucradas; la cifra antes mencionada deberá ser revisada en 2023.
Diferenciación
Se pide a los países que están más desarrollados que sigan reduciendo sus emisiones de gases de “Efecto Invernadero” y que los Menos Adelantados hagan un mayor esfuerzo con el mismo fin.
Asimismo se insta a que haya una buena dosis de Transferencia de Tecnología, desde quienes la poseen hacia quienes la necesitan, con el fin de lograr las mencionadas reducciones.
Objetivos para 2015 en las emisiones
Se habla de alcanzar el “techo” en cuanto a emisiones contaminantes a la brevedad (¿cuándo y cómo?) y se espera que antes de 2050 se logre alcanzar el equilibrio entre lo que se emite y lo que se absorbe o elimina.
La responsabilidad será compartida.
Si bien se especifica que los países más ricos son quienes deben apoyar económicamente a los que están en vías de desarrollo, se invita a quienes quieran realizar aportes de manera voluntaria a que lo hagan.
Revisiones
Cada 5 años se deben revisar los resultados de cada país en cuanto a compromisos y logros reales y ajustar los primeros de forma de aumentar las responsabilidades. La primera de dichas revisiones será en 2023.
Pérdidas y Daños
Sigue vigente el reconocimiento hecho mediante el Mecanismo Intl. De Varsovia de 2013, de que los países más pobres y por ende los más vulnerables, son quienes se han visto más afectados por los cambios climáticos y por ello es necesario ayudarles a abordar y combatir los daños y las pérdidas que les fueron ocasionadas.
Desde España apoyo a la Cumbre y RD
Aparentemente uno de los objetivos de la cumbre es que se deje de depender de los combustibles fósiles y se renueven los compromisos en cuanto al uso de las energías renovables, de las que nuestro país supo ser líder en su momento.
Sería muy interesante saber qué dirá ahora el Ministro Soria, que tiene el desparpajo de seguir defendiendo el RD del Autoconsumo, en referencia a la firma por parte de España del “Acuerdo de París”, porque visto lo visto, desde el gobierno se tendría que haber optado una u otra opción; decantarse por ambas parece una verdadera incongruencia.
Fuente: http://www.ecoticias.com
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