Pero antes de llegar todo esto, la sociedad ya demandaba un
nuevo paradigma económico que estuviera enfocado en la sostenibilidad social, económica y medioambiental. En concreto una
consultoría especializada en la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Los tiempos han cambiado, y las empresas ya nada tienen que
ver con el funcionamiento de antes. Hace décadas las
empresas sólo tenían el objetivo de ganar dinero. Hoy en día la sociedad exige
que las empresas contribuyan a la mejora del bien común. Se podría decir que
las empresas se han hecho “más humanas”.
Aprovechamos, a continuación,
para recordarte qué es la RSC y en qué consiste, ya que estas siglas a partir
de ahora van a estar muy presentes en el desarrollo de nuestras empresas.
¿Qué es la RSC?
Se trata de la contribución activa y voluntaria de las
empresas tanto en el ámbito social y ambiental, así
como también en los derechos humanos de la empresa.
En pocas palabras se podría definir como: hacerles la vida
más fácil a los trabajadores, a través de buenas prácticas, teniendo en cuenta
sus necesidades. Pero no sólo a los empleados, sino
también a los clientes y al medioambiente.
Un ejemplo de buena práctica podría ser el carpooling corporativo. Dicho
con otras palabras, implantar el coche compartido para acudir al trabajo.
Es una manera de mejorar la movilidad de los centros de
trabajo, ahorrar en costes y reducir la huella de carbono, contribuyendo así a
la mejora del medio ambiente.
La RSC es saber gestionar con conciencia teniendo en cuenta
las expectativas del grupo de interés de cada
empresa. Ahora mismo en plena pandemia, la sensibilidad está a flor de piel
tanto en la calle como en el trabajo. Por eso, es buen momento para que las
empresas cumplan con esta misión.
¿Qué ventajas obtiene una empresa con la RSC?
Son varias las ventajas que las empresas obtienen con esta
nueva implementación de la Responsabilidad Social Corporativa. La más
importante sin duda es la de humanizar la empresa.
Que las empresas empaticen con sus trabajadores
ofreciéndoles cierto compromiso en cada uno de ellos,
respetando las necesidades de cada trabajador y ayudando al medioambiente
siempre será un punto a su favor. Gracias a ese apoyo, las empresas obtienen
varias ventajas que a continuación te vamos a enumerar.
Beneficios de las empresas
El aumento de la productividad, reputación y retención del
talento llevará a un aumento de rentabilidad a largo plazo. Para ello el
entorno laboral debe ser el adecuado.
La persona debe sentirse a gusto en su espacio de trabajo y
querer estar, crecer, pero sobre todo sentirse
orgulloso de pertenecer a una plantilla comprometida tanto con las personas
como con el medioambiente.
Cuando un trabajador de una empresa recibe el trato que
corresponde y se siente a gusto con lo que hace cada día, la empresa notará notablemente la mejoría, tanto en resultados como en
eficacia.
Es ahora mismo, en estos momentos, que la economía se
encuentra en los peores números de la historia, cuando las empresas deben estar
al 100% de parte de la sociedad y mostrar esa parte humanitaria
que quiere conseguir tener.
¿Qué perfil debe tener una persona integrada en la RSC?
Para mostrar esa parte humana de la empresa, debemos contar
con empresas que estén dirigidas por personas éticas. A día de hoy no
necesitamos sólo buenos profesionales, sino también
líderes empresariales éticos que trabajen para que las empresas sean
socialmente responsables.
No obstante, queda mucho por hacer, ya que la formación
ética que se imparte en las universidades españolas no es suficiente.
Por eso, la formación de los
futuros líderes debe tener un carácter integral, priorizando la adquisición de
valores por encima de la memorización de técnicas de gestión empresarial
basadas en la aplicación de herramientas de Responsabilidad Social Corporativa.
Conclusión
En resumidas cuentas, se trata de tener una unión, de unir
fuerzas desde todos los ámbitos para mejorar tanto la calidad de vida de las
personas que más lo necesitan, como también las infraestructuras y gestos que
demuestren un interés por parte de la empresa al
cliente.
Estar atentos a todo lo que le rodea e intentar satisfacer
en la medida de lo posible sus necesidades.
Por ejemplo, en el ámbito medioambiental, si una empresa
apuesta por el reciclaje su compromiso ha de ser real. ¿Cómo demostrarlo? Hacer
un cambio en sus envases, que no sean contaminantes y sean fáciles de reciclar.
Hay que tener claro que la RSC no es una moda, no es una tendencia, sino una forma de ver y
entender la vida trasladada al ámbito empresarial.
Fuente: interempresas.net/Oficinas
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