Los departamentos de recursos humanos empresariales tratan de retener talento mediante la implantación en el ámbito laboral de esta corriente de pensamiento del psicológo, Abraham Maslow.
La pirámide de Maslow es una de las técnicas más novedosas en el ámbito laboral, ahora que la pandemia del nuevo coronavirus puso en primera línea de prioridades aspectos como la conciliación o la salud mental con fenómenos de reciente irrupción como La Gran Renuncia, que engloba básicamente a aquellos empleados que ya no se quejan, si no que se marchan. En resumen, poner en valor las condiciones y el ambiente de trabajo.
¿Qué se busca a la hora de encontrar trabajo? ¿Un buen sueldo lo es todo? Para algunos sí. Así lo evidencia un estudio llevado a cabo en 2022 por la plataforma de recursos humanos, Randstad, en el que se extrajo como principal conclusión que un 68% de los trabajadores más cualificados a nivel mundial (con competencias en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas) valoraban un buen sueldo en primer lugar.
Para otros, en
cambio, se está viendo con mayor asiduidad que no es suficiente. Además de un
sueldo digno, los futuros empleados valoran un plan de carrera,
buen horario, un jefe competente, teletrabajo o
modalidad híbrida que de lugar a la conciliación o la posibilidad de promocionar internamente
en base a aspectos como los méritos o la experiencia.
La pirámide
de Maslow aplicada al trabajo
¿Qué motiva más
a las personas a la hora de buscar empleo? A ello trata de responder el
extrapolar la teoría sobre la motivación humana de
la que habla la pirámide del psicólogo norteamericano Maslow al
sector laboral. En orden de lógica ascendente, establece los cinco tipos de necesidades que
tendrían todas las personas. Desde la más mundana hasta la más ensoñadora,
primero debe cumplirse la del inferior para escalar a la superior.
Es algo que están
aplicando los departamentos de recursos humanos de las diferentes empresas con
tal de tratar de retener talento. ¿Están
cubriendo realmente las necesidades de sus empleados, puede preguntarse acerca
de esas empresas que se pliegan al modelo laboral-entretenimiento planteado
con empresas como Apple, que posee salas de videojuego o de distintas formas de
ocio para que sus empleados desconecten y busquen la creatividad? A veces es
todo mucho más sencillo.
Así, la pirámide de
Maslow indicaría que el nivel primario sería
donde se acomodaría una adecuada política salarial,
al permitir satisfacer las necesidades rutinarias del individuo. Al fin y al
cabo, se trabaja para poder vivir. Cumplida esta, se podría transitar al
siguiente escalón, el de la seguridad, traducido en la perspectiva a medio-largo
plazo de ese empleado en la estructura jerárquica
empresarial. En otras palabras, que tenga futuro y potencial promoción interna.
En el nivel tres se
encontrarán las necesidades sociales,
la conciliación laboral-social-familiar. Flexibilidad a las necesidades del
empleado, buen horario, modalidades de trabajo a distancia o híbrida…Satisfechos
los tres anteriores, aparecerían las demandas de estima y reconocimiento. Al
respecto, tendría gran capacidad de influencia disponer de jefes y compañeros
con el ‘management humanista’ o gestionar equipos con
mano derecha.
Por último, en el pico de la pirámide, estarían las necesidades de autorrealización. El sentirse valorado y realizado con lo que se hace. En ello tendría mucho
que ver también una adecuada política de promoción interna que fomente la meritoctacia y eche el cinturón al talento
interno. Estos cinco elementos compondrían la pirámide de Maslow y, aplicarlos,
sería una importante baza para retener talento.
Fuente: Javier Martín
- noticiastrabajo.es/empleo
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