El emprendimiento en España enfrenta múltiples barreras que dificultan el desarrollo de nuevos negocios. En el imaginario colectivo, se percibe que el contexto español no es el más propicio para iniciar un negocio debido a diversos factores, como la falta de una cultura empresarial arraigada, la escasez de conocimientos en gestión y capacidad financiera, y la insuficiencia de apoyo institucional, según el informe de CEOE y la consultora GAD3 "El Emprendimiento en España".
Los datos muestran que casi la mitad (48%) de los españoles coincide que el apoyo al emprendimiento en España no es suficiente. Por su parte, los emprendedores señalan como principales obstáculos para desarrollar su actividad: los impuestos (87%), la financiación (77%) y trámites burocráticos (77%). Para los jóvenes emprendedores, destacan, en particular, el acceso a la financiación (79%) y la formación/información disponible para desarrollar el proyecto empresarial (67%). Estos factores generan un entorno hostil que desalienta a potenciales emprendedores a lanzar sus proyectos.
España no cuenta con una tradición empresarial sólida como otros países de su entorno. Esta falta de una cultura emprendedora establecida significa que muchas personas no consideran el emprendimiento como una opción viable o deseable. A esto se suma la carencia de programas educativos y de formación que preparen adecuadamente a los futuros emprendedores para enfrentar los retos de gestionar un negocio.
Desafíos para los jóvenes
Los jóvenes emprendedores en particular enfrentan desafíos adicionales, como el acceso a la financiación (79%) y la formación/información disponible para desarrollar su proyecto empresarial (67%). A pesar de estas barreras, nueve de cada diez jóvenes emprendedores volverían a elegir ser empresarios como su salida profesional, lo que demuestra un fuerte espíritu emprendedor entre la juventud española. A pesar de los desafíos, el informe destaca algunos aspectos positivos en el ecosistema emprendedor español. Casi el 60% de la población cree que la sociedad española tiene una visión positiva o muy positiva del emprendimiento. Además, el 20% de los jóvenes menores de 30 años ha emprendido una actividad empresarial por su cuenta, y seis de cada diez emprendedores han tenido una experiencia positiva con su profesión.
Motivos para emprender
La autonomía (17%), la vocación (15%) y ser el jefe de uno mismo (13%) son los principales motivos para llevar a cabo un proyecto empresarial propio. Entre los jóvenes, destaca la posibilidad de mejorar las condiciones laborales (24%), mientras que las mujeres emprendedoras valoran la facilidad para conciliar la vida laboral y personal.
El sentimiento de satisfacción es mayoritario entre los emprendedores (62%), con una valoración especialmente positiva entre los jóvenes (75%) y más moderada entre las mujeres (58%). No obstante, la incertidumbre, el riesgo de entrar en pérdidas y el alto grado de responsabilidad son aspectos desfavorables mencionados por los emprendedores.
Medidas para fomentar el emprendimiento
Para mejorar el entorno emprendedor en España, los emprendedores consideran que los incentivos fiscales y las subvenciones (54%) son las medidas más relevantes. Además, la formación es un factor clave, especialmente para los jóvenes (30%). También se destacan oportunidades como el desarrollo de nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y la existencia de centros de apoyo a la iniciativa emprendedora.
Perfil del empresario en España
El empresario promedio en España tiene alrededor de 48 años y es predominantemente hombre (55%). Un segmento significativo de estos empresarios, el 27%, desarrolla actividades empresariales que están vinculadas a su familia, lo que indica una tradición de negocios familiares en el país.
En términos de experiencia, el 39% de los empresarios ha emprendido más de una vez, con un promedio de 1,5 proyectos empresariales a lo largo de su carrera. Esto sugiere que, aunque muchos prueban suerte en el emprendimiento, no siempre lo hacen de manera repetida o en múltiples proyectos.
La mayoría de las empresas son pequeñas, con menos de 10 empleados en el 74% de los casos, y un 10% no tiene empleados a cargo, lo que refleja una prevalencia de negocios unipersonales o muy pequeños.
Los sectores más comunes para el emprendimiento son la hostelería (11%) y el comercio (10%). Estos sectores son tradicionales y tienen una baja barrera de entrada en términos de habilidades específicas, aunque pueden estar sujetos a fluctuaciones económicas y cambios en las tendencias de consumo.
Las motivaciones principales para emprender incluyen la búsqueda de autonomía (17%), la vocación (15%) y el deseo de ser su propio jefe (13%). Estas motivaciones sugieren que muchos empresarios valoran la independencia y la posibilidad de seguir sus pasiones personales.
Sin embargo, los emprendedores en España enfrentan importantes barreras. Los impuestos (85%), la financiación (77%) y los trámites burocráticos (77%) son los obstáculos más destacados. Estos desafíos pueden limitar la capacidad de los empresarios para iniciar y hacer crecer sus negocios, y reflejan un entorno regulatorio y fiscal que muchos consideran desfavorable.
¿Cómo es el joven con negocio propio?
El emprendedor joven español, con una edad media de 26 años, se inclina ligeramente hacia el género masculino (58%). Un alto porcentaje (46%) está involucrado en actividades empresariales relacionadas con su familia, lo que indica una significativa influencia familiar en la decisión de emprender.
Cerca de la mitad de estos jóvenes emprendedores (44%) han iniciado más de un proyecto empresarial, con un promedio de 1,5 proyectos, lo que demuestra un alto nivel de actividad y persistencia en el ámbito del emprendimiento.
En cuanto al tamaño de las empresas que crean, casi la mitad (47%) emplea a menos de 10 personas, y un 18% no tiene empleados a cargo. Esto sugiere una tendencia hacia negocios pequeños y, en muchos casos, operaciones unipersonales.
Los sectores de emprendimiento preferidos por los jóvenes incluyen actividades financieras y seguros (11%) y actividades recreativas y de entretenimiento (10%). Estos sectores son atractivos por su potencial de crecimiento y por las oportunidades que ofrecen para la innovación y la creatividad.
Las principales motivaciones para emprender entre los jóvenes incluyen la búsqueda de mejores condiciones económicas (24%) y la vocación (21%). Esto muestra que, además de desear una mejora en su situación económica, muchos jóvenes emprendedores están motivados por su pasión y el deseo de dedicarse a lo que realmente les gusta.
Sin embargo, enfrentan importantes barreras en su camino.
La financiación (79%) es el mayor desafío, seguido de la inversión inicial
necesaria (75%) y los impuestos (72%). Estas barreras reflejan las dificultades
financieras y fiscales que pueden desalentar a los jóvenes emprendedores y
limitar sus posibilidades de éxito.
Fuente: Noelia García - eleconomista.es/economia
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