Diez molinos de viento han bastado para reactivar la
economía de Maranchón un pequeño pueblo de Guadalajara con sólo 200 habitantes.
El viento es una riqueza que puede dar un impulso a la España despoblada. Por lo menos, así Lo
hemos comprobado en un pueblo de poco más de 200 habitantes. Allí, en la
localidad alcarreña de Maranchón hay
un parque eólico con más de 100 molinos. Una instalación que le ha dado una
oportunidad a los jóvenes que emigraron a la gran ciudad de poder volver a
trabajar en su tierra.
Así es como el sonido de la energía eólica se ha
convertido en el alma de este pequeño pueblo de la España
despoblada.
En Maranchón hay
actualmente 200 habitantes y 100 molinos, es decir, hay un molino por cada dos
habitantes del pueblo.
Esther es una de las jóvenes que nació en estas tierras y
ha conseguido trabajo en el Complejo eólico. La primera mujer en Europa en lograrlo. "Me gustaría estar abriendo el
camino para más mujeres", dice.
A Jorge también el viento le trajo al pueblo de vuelta.
"Me tuve que ir a estudiar a Madrid, pero gracias a esto he podido volver", nos
cuenta.
Desde que ha llegado la energía eólica el pueblo está muy
cambiado. Los beneficios del Complejo eólico también repercuten en la gente y
en los negocios de la zona. "Las personas mayores tienen una ayuda a
domicilio y una viviendo tutelada", comenta el alcalde.
Y aunque sólo son molinos su presencia ha provocado que
este pequeño pueblo pueda volver a brillar. Gracias al parque eólico de Maranchón se genera energía para unas
600.000 personas.
Fuente: antena3.com/noticias/sociedad
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