Por mucho que se den ayudas y se intente sostener a
empresas y trabajadores muchas cerrarán durante la crisis económica de 2020 y
2021.
No todas podrán aguantar, por eso la competencia no será igual cuando se
vuelva a la normalidad. Habrá algunas que no estarán allí y sus
clientes se repartirán entre las que aguanten.
Pero también
cambiará el equilibrio de fortalezas entre empresas rivales. El mercado es una
lucha encarnizada por ganar clientes y conservar los que ya tenemos. En muchos
casos algunos negocios llegarán al final de la crisis con oxígeno, más
preocupados de no perder los pocos clientes que les quedan que
de ganar otros nuevos.
Los negocios que queden en pie pueden ser mucho más
competitivos que antes de la crisis. Porque este periodo ha ayudado a muchos
negocios a mejorar sus procesos internos, a aprender a trabajar en movilidad o
teletrabajar, a mejorar la comunicación interna y sobre todo sus equipos serán más
fuertes si consiguen aguantar la crisis.
En otros casos
habrán diversificado sus canales de venta. Este
proceso de vender de forma presencial, pero también online y
de forma intermedia a través del teléfono utilizado canales de comunicación
como puede ser WhatsApp. El cliente tampoco será
igual después del fin de la crisis. Muchos se habrán acostumbrado a comprar de
otra manera o se mantendrán fieles a comercios de proximidad que antes de la
pandemia no visitaban.
Y volver a la
normalidad implica más oferta, más capacidad de elección, rebajas más agresivas de
las grandes cadenas, que ahora no pueden para evitar aglomeraciones. Aunque
parezca que nada ha cambiado, lo cierto es que nada será igual. La pregunta es,
¿sabrá tu empresa aprovecharlo?
Fuente: Carlos Roberto - pymesyautonomos.com
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