Tanto es así que, incluso quienes se mostraban hasta hace poco más indiferentes a la crisis medioambiental y climática que estamos atravesando, convienen ahora en que tal vez sí: tal vez convenga parar un poco y atender a lo que está pasando.
Y lo que está pasando
es que nos
estamos tendiendo una emboscada a nosotros mismos como
ninguna otra especie lo ha hecho jamás. Como señaló Stephen Hawking, máximo conocedor del
universo y del funcionamiento de nuestro planeta: "La actividad
humana está alterando de manera tan severa el sistema
climático, que podría cambiar para siempre las condiciones que hacen posible nuestra
vida en la Tierra". Y tal vez sea eso lo que esté
empezando a ocurrir.
En palabras de Massimo
Cacciari, uno de los pensadores más respetados e influyentes de
nuestro tiempo, exalcalde de Venecia y catedrático de metafísica de la Universidad
San Raffaele de Milán: "Ninguna especie ha acelerado
jamás su propia extinción como lo está haciendo el ser humano".
Hemos roto todos los
equilibrios que manteníamos con la naturaleza. Como señalaba
hace unos meses la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), Inger Andersen "los
seres humanos y la naturaleza son parte de un sistema interconectado. Ella nos
proporciona alimentos, medicinas, agua, aire limpio y muchos otros beneficios,
pero debemos respetar el equilibrio de los ecosistemas para
no sobrepasar sus límites y enfrentarnos a ella, pues las consecuencias serán
cada vez más negativas".
Su propio jefe, el
secretario General de la ONU António
Guterres, declaraba en febrero, durante la presentación del informe
'Hacer las paces con la naturaleza' que
precisamente eso "hacer las paces con la naturaleza, garantizar
su salud y aprovechar los beneficios —tan esenciales como
infravalorados— que nos aporta resulta fundamental para construir entre todos un
futuro próspero y sostenible para todos".
Ante todas estas
afirmaciones emitidas desde diferentes ámbitos y por personalidades
tan acreditadas, la duda que surge es si estaremos leyendo
correctamente los mensajes que nos manda el planeta o si por el contrario
persistiremos en la idea de nuestra invulnerabilidad, porque si es así, como
acertaba a indicar el profesor Cacciari, estaremos siendo los únicos
responsables de la grave situación de riesgo a la que nos
enfrentamos como especie.
Como señaló el
naturalista y divulgador ambiental Sir David Attenborough en
la última cumbre del clima,
"debemos ser conscientes de lo que hemos hecho, reconocer nuestro error y
pasar a la acción asumiendo la responsabilidad que
tenemos". Para este veterano presentador de documentales, que a sus 94
años sigue invitándonos a recorrer los espacios naturales más impresionantes de
la tierra desde las pantallas, "si nos decidimos a actuar
todos juntos y ahora todavía estamos a tiempo de evitar la
catástrofe. Pero debe ser ahora: mañana tal vez sea tarde".
En ese mismo tono la
máxima responsable del PNUMA apelaba recientemente a que "el
año 2021 suponga el momento en que las personas reconsideraron
sus prioridades como individuos y sociedades y tomaron
conciencia de que, para salvaguardar la salud y
el bienestar de las generaciones actuales y futuras,
es necesario hacer las paces con la naturaleza".
Fuente: José Luis
Gallego - blogs.elconfidencial.com/medioambiente/ecogallego
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