Elena Arnaiz, en su blog, nos da unas interesantes pautas.
Llegado el momento de trazar las posibles acciones que contribuyan a la consecución de nuestros objetivos profesionales, sale, sin duda, a relucir esta palabra: networking.
¿Qué es eso?
Esto cada vez se produce menos, la verdad. Las personas que buscan mejorar su situación ya están bastante concienciadas de la importancia de una buena gestión de nuestra red de contactos para facilitarnos el acceso al mercado laboral. Ya conocen la palabra por las muchas entidades que apuestan por organizar este tipo de eventos como medida dinamizadora del mercado de trabajo y el término les es familiar.
A un evento de networking vamos a conseguir que cuantas más personas sean capaces de hablar bien de nosotros a nivel profesional mejor. Y si también lo hacen a nivel personal, mejor que mejor.
Porque tenemos mucho conocimiento sobre un tema y sabemos transmitirlo, porque hemos trabajado muchos años en un ámbito en concreto y sabemos contar cómo de bien solucionamos problemas, porque nos hemos convertido en referentes de un determinado aspecto y nuestra marca personal aporta valor añadido a los proyectos en los que nos involucramos, pero sobre todo y por encima de todo, porque somos “majos”. Porque nuestra actitud es muy empleable. Porque somos entusiastas, porque estamos alegres (pese a todo), porque comunicamos y comunicamos bien, porque me preocupo por cómo van el resto de mis “compañeros”, porque busco colaborar, compartir y crecer.
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