¿Qué trabajos son los más susceptibles de ser sustituidos por un robot o una máquina?, ¿Qué niveles salariales son más o menos robotizables? O ¿Qué hay de cierto en la relación entre el progreso tecnológico y la productividad?
El Observatorio Económico de BBVA Research ha elaborado un estudio sobre Informatización de sectores y ‘rutinización’ de ocupaciones en España, que establece dos claras diferencias entre aquellos puestos de trabajo con un mayor peso de tareas rutinarias que cognitivas y que ya han sido automatizadas o corren el riesgo de serlo, y aquellos con un uso más o menos intenso de la informatización (hardware como ordenadores y tabletas; o software, como programas o aplicaciones).
Este estudio –elaborado por Luis Díez, Rafael Doménech y Alejandro Neut–analiza el índice o grado de rutinización de 164 ocupaciones que recoge la Encuesta de Población Activa (EPA) y el mayor o menor riesgo de automatización que tienen.
La principal conclusión es que los puestos con mayor número de tareas rutinarias y, por tanto, más susceptibles de ser automatizados se da se dan entre el colectivo de trabajadores con sueldos medios. Sobre todo, aquellos de carácter administrativo en todos los sectores.
Mientras que las ocupaciones con sueldos más elevados usan más intensivamente la informática y tienen menos tareas rutinarias que poder automatizar (directores, médicos o policías). En el otro extremo, las ocupaciones con menores salarios también tienen pocas rutinas pero, por el contrario, un escaso nivel de habilidades en el uso de la informática (empleados domésticos o cuidadores a domicilio).
Otra de las conclusiones observadas es que son precisamente los empleos con mayores tareas rutinarias los más productivos. Estos autores han analizado el crecimiento de la productividad total de los factores y la productividad del trabajo (valor añadido bruto por hora trabajada) en los 26 principales sectores de la economía para los que BBVA Research y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) tienen estimaciones del stock de capital entre 1995 y 2015
El resultado es que la proporción de empleo rutinario susceptible de automatización en 2016 es mayor en aquellos sectores que han registrado mayores crecimientos de la productividad total de los factores y del trabajo entre 1995 y 2015. De esto se deduce que la rutinización beneficia las ganancias de productividad.
Si embargo, si lo que se pone relación es el uso intensivo de la informatización en los empleos “no se observa una relación significativa entre productividad sectorial y proporción de empleo que usa con mayor intensidad el hardware y el software”.
Aunque los autores precisan que a pesar de su contribución reducida sobre el PIB los sectores del hardware y software han producido bienes de inversión para el resto de industrias, contribuyendo a su crecimiento. De hecho observan que los sectores con mayor inversión en capital informático son los que más han aumentado su participación en la economía española. Asimismo constatan que el empleo y las horas trabajadas crecen más dónde hay menos crecimiento de la productividad.
Desde BBVA consideran que estos datos son "un primer paso para entender y anticipar, al menos a medio plazo, el impacto de la digitalización en el empleo, la productividad y la composición sectorial de la producción y de las ocupaciones”. Si bien admiten que haría falta un estudio más desagregado que descendiera al ámbito empresarial para arrojar más luz sobre quién gana y quien pierde con la digitalización.
Fuente: Raquel Pascual Cortés - cincodias.elpais.com
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