Recordemos que un evento sostenible está
diseñado, organizado y desarrollado de manera que se minimicen los potenciales impactos negativos ambientales, y que se
deje un legado beneficioso
para la comunidad anfitriona y todos los involucrados.
Con miles de congresos,
reuniones, fiestas, festivales y eventos de toda condición y tamaño celebrados
cada día, parece urgente que éstos sean cada vez más sostenibles.
Sabemos que la ubicación determina
en gran medida el impacto que genera. Así mismo, los servicios que se
ofrecerán en dicho evento, y la tipología del mismo
también condicionan su impacto en cada una de las 3
vertientes de la sostenibilidad: económica, social y ambiental.
Aunque nos pueda
parecer una tarea ardua, conseguir que un evento sea
sostenible puede ser más sencillo de lo que parece, sólo
requiere un poco de planificación y
mucho compromiso,
valorando y adoptando las medidas adecuadas que
reduzcan sus impactos y consecuencias.
Para facilitar esta labor, vamos a presentar una serie de medidas
y buenas prácticas agrupadas según estos apartados:
- Gestión de los residuos
- Disminución del consumo de energía y agua
- Fomento de la movilidad sostenible
- Distribución de alimentos sanos y responsables con el medio ambiente y la salud
- Protección del hábitat
- Sensibilización y comunicación a participantes y sociedad en general
- Evaluación de los resultados con la intención de mejorar
Vamos con el primero y las buenas prácticas que
os proponemos:
Gestión
de los residuos
Minimizar los
residuos
Calcula bien el
número de asistentes para no comprar más productos de los
necesarios, acordando con el proveedor la devolución de
los materiales o productos que no se han utilizado o consumido.
Sirve la comida bandejas
grandes o en soportes comestibles u
orgánicos (rebanadas de pan, empanadas,
servilletas, platos de papel …)
Compra menaje y accesorios (platos, vasos, cubertería, bolígrafos, bolsas de basura,
merchandising …) de papel o
fabricados a partir de materiales biodegradables (patata,
maíz …) o reciclados.
Alquila o vende platos y vasos
de larga duración (vidrio, cerámica, plástico …) que
puedan devolverse a la organización al
final de la fiesta, o llevarse a casa como objeto de recuerdo.
Compra alimentos, así como
materiales y recursos, con el mínimo envase: comida a granel y no envasada
individualmente, bebidas de grifo o en envases de 2 y 5 litros, materiales
embalados en cajas de cartón …
Reutiliza todos los materiales posibles de eventos anteriores.
Reutilizar los
residuos
Elabora un listado con aquellos
materiales que, una vez usados, pierden su utilidad (lonas con los datos del
evento, cuerdas, grandes plásticos cubre objetos, adornos, cables, tarjetas
identificativas …). Pueden guardarse para otro evento o bien
ofrecerse a colectivos que puedan reutilizarlos.
Dona objetos voluminosos que ya no nos sirven (estanterías, mesas, sillas,
equipos de sonido …), a organizaciones benéficas o al punto
limpio más cercano, donde pueden ser recogidos, reciclados
y aprovechados por otras personas.
Haz compost con los residuos
orgánicos y los materiales biodegradables, para ello podemos colocar cubos especiales en los puestos donde se dispensan
alimentos. El contenedor puede llevarse después a alguna planta
de reciclaje, compostaje y transferencia de residuos sólidos, explotaciones
agrícolas cercanas …
Decora el recinto con adornos
de eventos anteriores, o bien fabricados a partir
de materiales reciclados y
a ser posible por colectivos en riesgo de
exclusión.
Según el tipo de
evento, durante o al finalizar el mismo, se puede organizar
un mercado de segunda mano con los materiales que ya no sirven,
dando así una segunda vida a esos materiales y pudiendo recuperar algo de la
inversión económica realizada.
Separar y reciclar
los residuos
Planifica el número, tamaño y
tipo de contenedores y papeleras necesarias en
función de las características del evento y el número de asistentes.
Coloca islas de reciclaje con todos los contenedores (orgánico, papel, vidrio,
plásticos y metales …), evitando la dispersión de contenedores
aislados.
Estudia los lugares
estratégicos donde situar los puntos de recogida selectiva y papeleras (zonas donde se dispensen alimentos, mesas, merenderos …), asegurando que sean muy visibles, y accesibles a las personas usuarias
y a los equipos de limpieza.
En lugares abiertos, facilita
ceniceros para depositar las colillas de los cigarros.
Negocia con las empresas de gestión de residuos y las administraciones
locales, la recogida de los contenedores
con la frecuencia necesaria.
Limpieza e higiene
del recinto
Utiliza jabones y detergentes
responsables con el medio ambiente (biodegradables,
sin fosfatos y con escasas cantidades de tensoactivos).
Coloca baños portátiles
suficientes, sino existen estos o son
insuficientes, y situarlos estratégicamente, según las zonas de actividad del
recinto y en función de la previsión de asistentes al evento. Los baños deben
ser accesibles para todas las personas, también para aquellas con necesidades
especiales.
Aumenta la frecuencia de los
turnos de limpieza, tanto de baños como de
islas de reciclaje y otras zonas. Un buen mantenimiento y limpieza invitan a
usarlos y a mantener el espacio limpio.
Incentiva las buenas prácticas
de reciclaje y limpieza entre las personas
participantes, premiando por ejemplo, la devolución del vaso o el cenicero.
Si te interesa profundizar en este tema puedes acceder al
informe de la Fundación Oxígeno titulado Manual
de Eventos Sostenibles, y disponible en el fondo documental ecointeligente.
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