Interesante artículo de Patricia García, Presidenta institucional de Femxa, en el blog de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo.
Es innegable que estamos inmersos en un proceso de
digitalización en todos los aspectos socioeconómicos. Desde la irrupción de la
Covid-19, los procesos de digitalización y transformación digital se han
acelerado para aquellas empresas que los tenían ya en marcha y, las que no, han
tenido que llevarlos a cabo para adaptarse a las circunstancias del momento.
Esta tendencia está
transformando muchas actividades de nuestro día a día y, también, la manera en
la que nos formamos. La oferta de formación online y mediante aula virtual ha
experimentado un gran impulso y se ha consolidado como una opción capaz de
responder a las necesidades formativas de los alumnos con las ventajas de
evitar desplazamientos, ofrecer flexibilidad y mejorar la conciliación, de
forma que resulte más fácil compaginar la formación con la vida laboral y
personal, así como mantener la seguridad en momentos de riesgos sanitarios.
Según ReportLinker, el
valor del mercado del elearning alcanzó los 211.000 millones de euros en 2020 y
se prevé que llegue hasta los 380.000 en el año 2026. Este crecimiento tan
destacado ha provocado que otras técnicas de aprendizaje como la gamificación o
el microlearning, micropíldoras de contenidos didácticos enfocados a adquirir
competencias concretas, se hayan potenciado en los últimos meses.
La formación profesional para el
empleo ha tenido en cuenta desde un primer momento los
beneficios de la digitalización de la formación. Por eso, una gran parte de los
cursos que se imparten se realizan a través de metodología elearning o
utilizando una metodología síncrona basada en el aula virtual, introducida
gracias a la decidida y ágil actuación del SEPE y Fundae en el segundo
trimestre de 2020, lo que permitió continuar la ejecución de los programas
formativos ante un escenario adverso. De esta forma, como ha demostrado la
experiencia, se amplifica el alcance de la formación, con lo que más trabajadores
pueden acceder a los cursos independientemente de su localización.
Formación y gamificación
En el caso de la
gamificación, cada vez se está aplicando en más proyectos formativos, tanto en
el ámbito educativo como en el profesional. Utilizar los modelos de juego para
adquirir nuevos conocimientos o habilidades genera una experiencia positiva en el
usuario, aumenta su motivación y se obtiene una respuesta con mayor
proactividad. Además, la gamificación facilita la retención de conceptos y la
obtención de nuevas competencias con resultados más efectivos, ya que el
proceso de aprendizaje resulta más estimulante.
PINCHA AQUÍ para leer el artículo completo
0 comentarios:
Publicar un comentario