Que la propia Unesco declarase el pasado 2021 como el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible no es casual.
De hecho, según el informe La creatividad impulsa el futuro, la economía
creativa aporta el 3% del PIB mundial. Las industrias culturales y creativas
generan 2,25 billones estadounidenses de dólares y el sector cultural emplea a
cerca de 30 millones de personas en el mundo. El autor del mismo, Víctor Panicello, colaborador de la
andorrana Universitat Carlemany (perteneciente a Grupo
Planeta) analiza la importancia de la creatividad para las empresas y para
afrontar sus retos actuales de sostenibilidad.
Empresa creativa y creatividad empresarial
Existe un cierto consenso en aceptar que la
creatividad debe ser el motor que nos prepare para afrontar los nuevos desafíos
que nos esperan. En realidad, no es fácil establecer una definición de la
misma, pero sí reconocer su presencia en la actividad humana, sin que ello se relacione
directamente a los atributos clásicos que identifican la inteligencia.
Históricamente, la creatividad se ha asociado con los
procesos artísticos, pero la aparición de nuevas creaciones, sea el ámbito
científico, tecnológico o empresarial, implica la necesidad de establecer
aquellas fases que, con sus peculiaridades, deben respetarse para una creación
como tal. Como indica Panicello, “en ese mapa conceptual,
la creatividad debe considerarse una fase previa al proceso creativo, una
actitud que permite aflorar diferentes ideas que, una vez seleccionadas en
función de su utilidad concreta, deben someterse a un proceso metodológicamente
controlado para obtener un resultado. Esa creación puede tener diferentes
naturalezas según el entorno en el que se realicen, configurándose como un
producto cuando le añadimos el factor mercado”.
Así, en el mundo de la empresa, el
informe insiste en la diferenciación entre creatividad e innovación; siendo
esta última el proceso mediante el que una creación se convierte en un producto
que entra en el mercado para cubrir una necesidad. En un entorno empresarial,
debe fomentarse un clima favorable a que la creatividad interna aflore,
aprovechando ese valor añadido para obtener ventajas competitivas.
Fuente y artículo completo: Jaime Rodríguez - observatoriorh.com
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