El desarrollo sostenible no es un lujo ni una opción, sino una obligación, también en el ámbito empresarial. Así pueden ponerse al día las empresas españolas para cumplir con el Propósito 2030.
Si el mundo cada vez debe ser más sostenible,
las empresas no deben ser una excepción. Así lo consideran organismos como la
ONU, cuya 'Agenda 2030 para
el desarrollo sostenible' propone 17 objetivos de desarrollo
sostenible (ODS) y 169 metas de carácter integrado que
exigen una acción colectiva y colaborativa urgente en el ámbito económico,
social y ambiental.
Es
por eso que, desde hace tiempo, las empresas empiezan a tener dos
cuentas de resultados: los financieros y los sociales. Sin
embargo, parece que aún queda mucho por hacer, ya que son demasiadas las
compañías que no están planificando su futuro en clave sostenible.
26 empresas, sin objetivos de Propuesta 2030
Así
lo pone de manifiesto '2030 Purpose:
Good Business and a Better Future', un informe elaborado por Deloitte que
evalúa la vinculación de las principales compañías con el desarrollo sostenible
y con los 17 ODS elaborados por la ONU, al mismo tiempo que estudia su nivel de
integración en la estrategia de la empresa y con su modelo de negocio.
Y con
los datos en la mano, el futuro no parece muy halagüeño. Según dicho informe, solo
nueve empresas del Ibex 35 han definido un propósito que
incorpore alguno de estos ODS. Este dato revela la oportunidad que se presenta
para fortalecer los propósitos de las organizaciones empresariales y para
mejorar la involucración real de las empresas españolas en la Agenda
2030. Además, hay un segundo grupo de cotizadas que sí ha
fijado sus propósitos, pero aún distan de ser lo suficientemente robustos.
Por otro lado, el 40% de las grandes empresas
españolas cotizadas ya contempla los ODS en sus informes de sostenibilidad,
pero solo un 20% tiene sistemas para medir su contribución a la consecución de
dichos objetivos. Esta cifra es mejorable, teniendo en cuenta el enorme efecto
positivo que los ODS han demostrado tener no solo para la humanidad, sino
también en el éxito empresarial a largo plazo.
Y
está claro que hay que poner solución a esto. Para Helena
Redondo, socia de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad de
Deloitte, y Teodoro Gómez Vecino,
socio de Monitor Deloitte, "las empresas tienen un papel crítico,
contribuyendo al desarrollo económico, proporcionando productos y servicios e
influyendo en la reducción de las desigualdades y en el progreso de la sociedad
en su conjunto. Esta contribución social, además de necesaria, es positiva para
la reputación de las empresas, beneficiosa en términos económicos y facilita su
sostenibilidad y resiliencia".
¿Por qué es importante cumplir con los ODS?
El
cumplimiento de los objetivos de desarrollo
sostenible se presenta como un acto empático, qué duda
cabe, pero no obviemos la realidad: para muchas empresas puede resultar
accesorio. Porque está muy bien preservar un mundo mejor, pero si una empresa
nace para ganar dinero, ¿por qué ha de desviarse hacia otros objetivos? Por
motivos como los siguientes:
1.- Éxito empresarial y compromiso social, de
la mano
Realizar
una aportación duradera al mundo en general no es bueno solo para la
humanidad, sino también para la propia empresa. Para tener éxito, las
empresas necesitan asegurarse de que el entorno en el que operan es sostenible.
La producción sostenible también puede ayudar a preparar a las empresas para
el largo plazo, en particular para aquellos momentos en los que pueda haber
escasez de recursos. De hecho, el 75% de los encuestados del informe
'Climate Friendly: the economic advantages of sustainable business'
opinó que la escasez de recursos afectaría a su negocio en un futuro
próximo.
2.- Captación y retención de talento
La
satisfacción del trabajador es a día de hoy uno de los mayores retos de las
empresas, y hay indicios de que las empresas capaces de generar esta
implicación son aquellas que están comprometidas con el bien social. Los
empleados probablemente más fieles a su empresa serán los que compartan los
valores de su organización, más allá de los simples beneficios económicos.
3.- Los consumidores, cada vez más
comprometidos
Las
empresas se enfrentan a un panorama difícil. Tras la crisis financiera, tanto
a las empresas como a los empresarios se les exige que rindan cuentas de sus
acciones de forma pública. Y es que solo el 53%
de la sociedad confía en que las empresas actúen debidamente,
ya que la gran mayoría cree que muchas empresas "no tienen más ambición
que la de hacer dinero" y que no cumplen sus expectativas. No hay que
olvidar que las protestas de la sociedad pueden llevar a una caída drástica
de las cotizaciones bursátiles.
4.- Los inversores apuestan por
los proyectos sostenibles
A
medida que el compromiso con el desarrollo sostenible se vuelve cada vez más
crítico para el talento, los consumidores, los socios y los organismos
reguladores, los inversores van reconociendo paulatinamente su importancia.
Gracias al crecimiento de la ‘inversión en impacto’ y a la aplicación de
métricas no financieras, los inversores están empezando a reconocer la
interdependencia entre desarrollo sostenible y éxito empresarial.
5.- Transparencia
La
tecnología digital ha dado lugar a una era de transparencia en la que el
comportamiento es más visible que nunca. Hoy día, las empresas saben que se
encuentran en una situación cada vez más arriesgada si deciden adquirir sus productos
de proveedores que no cumplen unas normas éticas mínimamente aceptables. En
todo el mundo, distribuidores y fabricantes están presentando información
acerca del origen de los tejidos, al igual que los productores de frutas
orgánicas y de café de comercio justo.
5.- Un planeta más sostenible
Pese
a los múltiples avances que tienen lugar en todo el mundo, aún sigue habiendo
retos muy significativos y muchas oportunidades de negocio por desarrollar. Los
17 ODS constituyen un marco colectivo y cooperativo que exige una respuesta
urgente a través de acciones sistémicas. Ya que los gobiernos se han
comprometido a cumplir los objetivos, la sociedad civil y las empresas tienen
un papel protagonista a la hora de utilizar su creatividad y capacidad de
innovación para resolver los desafíos a los que nos enfrentamos como sociedad
y como especie.
Cinco claves para planificar un futuro
sostenible
Ya
hemos hecho el diagnóstico, pero ¿cómo se puede planificar todo esto? Si una
empresa que no había hecho los deberes quiere empezar a preparar su futuro empresarial
teniendo también en cuenta los objetivos de desarrollo
sostenible y el Propósito 2030,
¿cómo puede hacerlo? El informe '2030 Purpose:
Good Business and a Better Future' propone cinco fases para
empezar a trabajar en ello.
1.- Concienciación
El
primer paso es inspirar a las empresas para que consideren el establecimiento
de su propio propósito. Los resultados globales de tener un propósito son
beneficiosos para toda la sociedad, y son las empresas las que se tienen que
enfrentar a una serie de desafíos y oportunidades: la divulgación y
explicación de cómo el propósito ayuda a lidiar con estos desafíos pueden
inspirar el cambio.
2.- Reflexión y autoanálisis
El
desarrollo de un propósito se realiza a menudo a través de descubrimientos
progresivos desde un punto de vista interno, y no tanto a raíz de
planificación externa. A través de un proceso de reflexión y autoanálisis,
los ejecutivos pueden trazar una narrativa que describa las contribuciones de
la compañía al marco de los ODS. Esta debe conectarse con el modelo de
negocio de la compañía, y tener un distintivo carácter inspirador.
3.- Conexión con el modelo de
negocio
Para
asegurar que genere un impacto genuino, el propósito de la compañía tiene
que impactar en todos los aspectos del negocio, y se tiene que utilizar como
punto de partida para desarrollar los modelos estratégicos y operacionales de
la compañía, su cultura y valores. Esto no implica una transformación
radical, sino la identificación de un pequeño número de acciones y procesos
de toma de decisiones críticas.
4.- Acciones públicas
La
compañía tendrá que demostrar el compromiso con su propósito a través de
acciones, iniciativas, proyectos de negocio y campañas públicas de alto
impacto. Estos proyectos y programas pueden servir para resumir y destacar los
beneficios del propósito y así facilitar su difusión en todos los aspectos
de la compañía.
5.- Medición de resultados
Los
resultados del propósito se tendrán que evaluar, monitorizar y comunicar para
asegurar la asunción de responsabilidades y la focalización del esfuerzo
hacia una mejora continua. Además, esto ayuda a los grupos de interés a
mantener el foco en los objetivos a largo plazo que el propósito representa.
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